domingo, 14 de agosto de 2016

ASUNCIÓN DE LA VIRGEN



La Virgen María, Asunta en cuerpo y alma al cielo.
Este dogma significa que la Virgen Inmaculada, Madre de Dios, terminado el período de su vida terrestre fue elevada en cuerpo y alma a la gloria celeste. Así determina el sentido del dogma el Papa Pío XII, quien lo definió solemnemente en el año 1950 en la Bula Munificentissimus Deus (El Dios munificentísimo). La fórmula definitoria dice así: "...para acreditar la gloria de esta augusta Madre (de Dios) y para gozo y alegría de toda la Iglesia, con la autoridad de Nuestro Señor Jesucristo. de los bienaventurados apóstoles Pedro y Pablo y con la nuestra, pronunciamos, declaramos y definimos ser dogma de revelación divina que la Inmaculada Madre de Dios, siempre Virgen María, cumplido el curso de su vida terrena, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria celestial. No queda definido aquí si la Virgen murió, o no, como los demás mortales. La muerte de la Virgen no es dogma; mas para el común de los teólogos es sentencia cierta tradicionalmente enseñada y corroborada por la actual Liturgia. La Virgen murió para configurarse con Jesús, que quiso someterse también a la muerte, aunque no había tenido pecado ninguno. Pero sí pertenece al contenido del dogma que el cuerpo de la Virgen María no quedó sometido a la corrupción del sepulcro, que se estima como pena del pecado original. Este dogma tiene su raíz y fundamento en la enseñanza de la Sagrada Escritura. El mismo Papa Pío XII recoge y comenta los textos y lugares bíblicos que en la tradición de la Iglesia se han propuesto como base de esta enseñanza, en particular la profecía contenida en Gen. 3, 15, en la que se anuncia la victoria de la mujer y de su Hijo sobre el pecado y sobre la muerte. Sirven también como pruebas aquellos lugares en los que la Virgen María aparece unida a su divino Hijo en la obra de la salvación de los hombres. Los Santos Padres y escritores de la Iglesia, así como los textos de la Liturgia, en la que se celebra desde época muy remota la fiesta de la Asunción, se remiten a esa enseñanza de la Sagrada Escritura, que nos presenta el alma de la Madre de Dios unida estrechamente a su Hijo y siempre partícipe de su suerte (Pío XII)

27 de Noviembre - Virgen de la medalla Milagrosa

ORACIÓN DE JUAN PABLO II Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a Vos. Ésta es la oración que tú inspiraste...