1º Misterio Doloroso
La oración de Jesús en El Huerto de los Olivos
La oración de Jesús en El Huerto de los Olivos
Jesús nos enseña a orar porque es imprescindible en nuestra vida, por eso dice que debemos “orar siempre sin desfallecer”; así de simple, sin oración no hay vida de fe, porque orar es la manera de hablar y estar con Dios en quien creo. Si no confío en Él, no tengo por qué contarle ni mis problemas ni mis alegrías, ni agradecerle ni alabarle, ni mucho menos tengo que pedirle ayuda, pero debo ponerme en sus manos y amar su voluntad, sólo Dios sabe lo que me conviene.
Jesús se retiraba a orar intensamente y en el Huerto de los Olivos su sufrimiento era tan grande que sudó gotas de sangre y rogó a Dios Padre que le quitara lo que iba a sufrir, pero se entregó a la voluntad de su Padre.
Orar “siempre” es vivir con Dios y ponerte en sus manos sabiendo que Él te inspirará la solución para resolver tus problemas. Orar sin desfallecer es confiar en Él que nunca te desampara pero que quiere purificarte para que realices el gran proyecto de vida que ha preparado para ti.
La falta de fe nos puede llevar a buscar ayuda por caminos equivocados que ofenden a Dios y luego aparecemos como víctimas diciendo que Dios se ha olvidado de nosotros.
Dios siempre nos escucha, pero debemos insistir y perseverar en la oración hasta que nosotros le escuchemos a Él.
La oración es se diálogo con nuestro Padre que nos llena de paz y de esperanza a pesar de las dificultades.
ina
Dios siempre nos escucha, pero debemos insistir y perseverar en la oración hasta que nosotros le escuchemos a Él.
La oración es se diálogo con nuestro Padre que nos llena de paz y de esperanza a pesar de las dificultades.
ina
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