2º Misterio Doloroso
Los azotes que
recibió Jesús atado a la columna
Humildad y paciencia,
Jesús atado a la columna recibiendo insultos y latigazos. El Amor
golpeado cruelmente por el odio, el
Inocente amarrado para que no
pueda defenderse. ¡ Y todo lo aguantó
por nosotros!
Hoy Jesús sigue siendo azotado por nuestros pecados y los del mundo. Jesús sigue
atado recibiendo latigazos en tantas víctimas de la injusticia, en los atacados
cruelmente por la violencia, en los perseguidos por el odio a la fe, en los
niños en el vientre de sus madres indefensos
sin poder defenderse del cruel aborto. En tantos inocentes sin derecho
a existir.
Que esa imagen de Jesús atado a la columna se grabe en
nuestra alma y nos ayude a trabajar por la justicia y la paz comenzando por
nuestras familias y abarcando al mundo. Que el dolor de tantos golpes en nuestra vida que a veces se
hacen inaguantables alivie un poco el dolor de Cristo. Que El Señor nos ayude a
liberarnos del pecado y de los traumas
que nos amarran y perdone nuestras ofensas y tanta indiferencia ante el dolor
de nuestros hermanos.
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